Vamos por la vida creyendo que engañamos a la gente, mostrando algo que no somos, envueltos en un personaje que quizás algún día descubran, y el solo hecho de pensarlo me genera un escalofrío por dentro.
El síndrome del impostor es un poco eso, es ese temor de ser considerados farsantes, impostores de nuestras propias capacidades y habilidades. Es sentir que no estamos a la altura de lo que los otros creen que soy.
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